lunes, 25 de marzo de 2013

Les enfants de la patrie

Que dice Benzemá que no va a cantar el himno de su país, Francia, cuando suena en los partidos internacionales de su selección. Y vaya la que se ha formado! eso es intolerable! dicen algunos, y Marine Le Pen, "miembra" destacada  del Frente Nacional, dice que hay que prohibirle jugar a partir de ahora con les bleus (selección francesa), que no puede ser que "defienda" esos colores, ese escudo, esa patria, sin corear primero su sacrosanto himno.
Esta mañana, al levantarme, lo primero que he hecho ha sido preguntarme por este gran misterio, a la altura de los grandes enigmas de la humanidad. ¿Y por qué? como dice "Mou", ¿Por qué no cantará? como podríamos pensar de Bárcenas. Puede ser, en primer lugar, por su origen argelino, que le impida sentir firmemente los colores franceses, como puede pasarle a otros muchos compañeros de vestuario, puesto que seguro que estamos ante una de las selecciones más mestizas del mundo, en el mejor sentido de la palabra. Selección que, por otro lado, se convirtió en orgullo nacional en tiempos de Zidane, a quien acompañaban un montón de jugadores de todos los continentes (en los que Francia tuvo colonias). De hecho, tanto el propio Zidane como algún otro compañero no cantaban la marsellesa al iniciarse los partidos.
O podría ser, aunque quizás ya es demasiado, porque Benzemá esté en contra del imperialismo francés en África y que como muestra de repulsa no comparta ese momento de exaltación del patriotismo. Esta sería una gran noticia para mí, pero de acuerdo con los antecedentes del chico, parece que esta línea contestataria no será de su agrado, ni de su interés. Recordemos que este niño grande, este enfant terrible, como lo conocen en Francia, ha estado previamente mezclado en asuntos de prostitución de menores o, hace pocos días, pillado en la M40 madrileña a más de 200 kilómetros por hora, echando carreras con otro porsche del Madrid cuyo conductor no ha sido identificado, al menos públicamente.
Una tercera razón podría ser algo más mundana... porque canta fatal y no quiere que se le escuche graznando en la televisión. El chico podría ser muy pudoroso y a la vez respetuoso con la historia y el contenido del himno en cuestión, de forma que prefiere no maltratarlo. Y es que es cierto, creo recordar que algunas estrofas de la marsellesa son complicadas de cantar sin desafinar más allá de lo humanamente aceptable. Pues sí, podría ser, pero esta razón tampoco me convence del todo.
Me decanto por la última alternativa, la que nadie ha manejado. El tipo no se sabe el himno! quiere cantarlo pero no puede. No lo llega el intelecto para aprenderse algunas de las estrofas más famosas del mundo, esas que hasta nosotros casi nos sabemos sólo de oirlas, en nuestro francés puro, al estilo Zapatero.
A veces, cierro los ojos e imagino situaciones más o menos embarazosas. Hoy he visto a Benzemá haciendo un playback de la marsellesa, con Ribery al lado cantando a todo pulmón. He visto a un señor que se ha hecho más famoso con esto que por competir en la carretera o por compartir, presuntamente que yo sepa, cama con una menor. He visto a un pobre estúpido que ha vuelto a mezclarse en las cosas de los estúpidos: los himnos, las banderas, las carreras y los tangas de pago. Y creo que he visto también a un entrenador, a un club, orgullosos de tener un vestuario lleno de estúpidos, para que no piensen mucho, no vaya a ser que les cuestionen. Menos mal que nuestro himno patrio no tiene letra. No me gustaría ver a Ramos y a Arbeloa en la disyuntiva del pobre Benzemá. Ála Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario