martes, 19 de marzo de 2013

Viva Honduras!!

No salgo de mi asombro cuando la gente se rasga las vestiduras acerca de las torturas que nuestros soldados llevaron a cabo en Irak hace ahora casi diez años. Me sucede siempre lo mismo, cuando algún destacado miembro del ejército, la iglesia, el opus dei… abre la boca para decir simple y llanamente aquello que está pensando, por llamarlo de alguna manera. Simplemente eso, por mostrarnos la verdadera cara de su ideología, que tan bien escondida está casi todo el resto del año disfrazada de tolerancia, libertad y respeto por los principios democráticos recogidos en nuestra constitución.
Me sorprende que continúen pensando que el ejército, nuestro ejército, siempre va en son de paz a su destino, en tareas y misiones de carácter humanitario. Me sorprende que pensemos  que un militar, llegado el momento de la verdad, va a saber distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Me sorprende que pensemos, simplemente, que un militar haya sido entrenado para pensar.
Se trata de cuerpos entrenados bajo una férrea disciplina castrense para la guerra, para disparar, para matar. Han sido educados en violencia y en ningún caso en la palabra. En el odio al enemigo y no en el respeto a los derechos humanos, porque eso para ellos es cosa de “maricones”. Y así actúan, porque así fueron entrenados por los mismos que hoy se rasgan las vestiduras ante su comportamiento: generales, ministros y presidentes de países que continúan apostando por este modelo de control de la humanidad a través del miedo y del terror. Y en eso, los soldaditos son fundamentales.
Para estos prebostes todo está permitido, porque ellos todo lo controlan. El mundo son ellos. Son un rey cazando elefantes en un safari cinco estrellas, un juez que disculpa las violaciones d mujeres a causa de su vestimenta, un obispo que condena la homosexualidad o la declara enfermedad sistémica, un ministro que cuestiona el derecho a la huelga o a la manifestación, un profesor de religión que educa en el racismo a los chavales, un militar que tortura o asesina a sangre fría a terroristas en el prime time. Son, como decía antes, la verdadera cara del poder que dirige el mundo.
Son los privilegiados, los indultados, los que nunca tienen nada que ver, los que piden esfuerzos a los demás, los que se querellan porque tienen medios, los que no son corruptos, los  que saben la verdad de todo aquello que debe regir nuestro futuro. Son la “creme de la creme”. Sí, sabemos quiénes son y lo que quieren. Por eso, no debe sorprendernos su comportamiento, lo que no quita  para que sigamos dedicando nuestros esfuerzos para que algún día caigan. Para ello, tendremos que enfrentarnos con todos sus rostros, militares torturadores incluidos. Viva Honduras!

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