viernes, 5 de abril de 2013

A propósito de los escraches de la PAH

Decían Rajoy y todos sus acólitos en estos días que ir a la casa de los políticos del partido popular a pedirles personalmente que voten a favor de la ILP (iniciativa legislativa popular) presentada por la PAH (Plataforma de Afectad@s por las Hipotecas) es profundamente antidemocrático, que no se puede intentar coaccionar a los representantes de la soberanía popular ni alterar su vida privada o el bienestar de su familia.

Me pregunto qué querrá decir "profundamente antidemocrático" y realmente cuánto de este comportamiento hay en desplazarse de forma pacífica a la puerta de una casa de un particular a poner carteles y a corear unos lemas, para tratar de hacer que los políticos se salten algo tan profundamente antidemocrático como es la férrea disciplina de partido, la dama de hierro de nuestras Cortes.

La libertad de expresión no es democrática? y la libre circulación? puede ser el derecho a manifestarse? a disentir? Podría ser antidemocrático exigir a los políticos aquello que han prometido en la hora de las promesas? Teniendo una respuesta más o menos clara a estas preguntas, parece que Rajoy no podrá parar estas acciones (llamadas Escraches inicialmente en Argentina e importadas a nuestro país en los últimos años) con la ley en la mano, al menos hasta que haga una expresamente para ello. Y claro, lo denomina antidemocrático para desprestigiar y deslegitimar un movimiento ciudadano surgido al márgen de los partidos y las instituciones políticas. Un movimiento que está cobrando un protagonismo fuerte y que cuenta con un importante apoyo popular, además de que cuestiona nuestro sacrosanto sistema financiero e inmobiliario, en los que reside buena parte del poder oculto en la sombra de nuestro país.

Recuerdo que con el tema de las redes P2P pasó algo similar, puesto que nos llamaban piratas y delincuentes a tod@s por compartir música por internet... cuando era totalmente legal en ausencia de ánimo de lucro. Para hacer frente a este fenómeno trataron de desprestigiar y criminalizar a los ciudadanos que copiaban música, y lo siguen haciendo, de forma que toda la sociedad española era y somos criminales. Y ahora tratan de hacer lo mismo con la PAH, pero quizás el propio Rajoy debería mirar dentro de sí y de su partido antes de dar lecciones de democracia.

Quizás debería ver los imputados que tiene en su partido ejerciendo en cargos de responsabilidad, la financiación ilegal, los condenados por corrupción, el abono de sueldos millonarios a delincuentes, el ejercicio de la presidencia de Comunidades Autónomas a través de personas no elegidas en votación alguna, la no comparecencia en ruedas de prensa a los periodistas o  la inexistencia de explicaciones a los ciudadanos, la puesta en ridículo del término transparencia con una auditoría externa hecha a la mayor gloria del partido y pagada por tod@s nosotr@s... Y una vez que viera todo eso, debería dimitir antes de seguir calificando de antidemocráticos a los demás, porque ese sistema tendrá sus ventajas y bondades, seguro, pero llamarlo democracía quizás parece demasiado osado, no?

Cuando salir a la calle a defender lo nuestro, a protestar, a disentir... es profúndamente antidemocrático, es que algo no va bien. Ni lo irá. Cuando unos personajes, marionetas o poderosos, se hacen llamar a sí mismos La Democracia, es que algo va mal, no sólo por ser unos pocos (menos de ese 1% que se dice figuradamente) sino porque no son ejemplo de nada, sino más bien lo contrario.

Son los que han convertido lo que llaman democracia en un sistema hecho a su medida, donde disentir es de violentos, de antisistemas y de terroristas. Ellos son el sistema, esa es la verdad. Asistimos a una nueva cara del despotismo ilustrado y su "todo para el pueblo pero sin el pueblo", salvo que esta vez tratan de ir más allá y extirparle a la expresión el "todo para el pueblo".

Esto que llaman democracia es más bien el "sin el pueblo" de la frase, y nada ni nadie puede disentir sin significarse, pues de otra manera sus perros (jueces, policías, mass media...) se echarán encima de la presa como verdaderos sádicos. Nada cambiará hasta que esto cambie y el pueblo se de cuenta de quién es, de quién manda aquí y de que el miedo debe cambiar de bando para que este principio quede claro. Como decían muchos otros y entre ellos John Lennon, Power to the people.

Os dejo una viñeta publicada esta mañana en El Diario, muy significativa.


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