viernes, 5 de abril de 2013

President Padrino Feijóo

Veo en los medios de comunicación las fotos de Feijóo con el Narco Marcial Dorado en su barco y su chalet y mis pensamientos se dirigen inevitablemente hacia alguna famosa secuencia de el Padrino.

Y cuando acabo de verlas, entonces leo los argumentos adjuntos que el Presidente gallego ofrece para "disculpar" el encuentro furtivo en alta mar y no puedo evitar reirme (por no llorar). Entre las excusas está esa de que no conocía en profundidad al tipo en cuestión y que "si hubiera sabido lo que después supe, no hubiera existido dicha relación". La verdad es que es un argumento bastante poco creíble, ya que  el señor Dorado ya era un conocido contrabandista en la Ría de Arousa en los años ochenta, cuando las fotos fueron tomadas en 1995. De hecho, la prensa ya recogió informaciones relacionadas con este señor, en relación a su famosa huída a Portugal junto a otros delincuentes para tratar de evitar la cárcel.

Años después salió casualmente exculpado en la Operación Nécora, en la que se condenó a personajes como Oubiña o Goyanes, a pesar de que por entonces se le conocía como dueño de al menos dos lanzaderas y seis planeadoras, que seguro no utilizaba para facilitar el transporte gratuito a los lugareños. Y ahora cumple catorce años de condena en la cárcel por tráfico de coca, además de haber estado implicado en blanqueos de capitales, sobornos, etc... según recogen los medios en estos días.

En la época de las fotos, el Sr. Feijóo ocupaba ya un cargo político, concretamente desde 1991, y poco después iniciaría una escalada progresiva hasta llegar a Madrid, en el Ministerio de Sanidad. Su carrera ha sido "intachable" hasta la fecha, llegándose a manejar entre los hipotéticos candidatos a suceder a Mariano... motivo por el que también debemos preguntarnos quién ha filtrado las instantáneas, si un enemigo o un "amigo" del partido.

Mi sensación es que Feijóo no tenía manera de no conocer que el Sr. Dorado ya ejercía de contrabandista, puesto que tampoco parece que ocultara su riqueza, o al menos así me lo parece por el tamaño de su yate, su coche o su casa. Las fotos son muy cordiales, incluso algo íntimas, como para no saberlo. Yo creo que lo que quiso decir el propio Feijóo estos días fue que si hubiera sabido que podrían ser publicadas, entonces no se hubiera dejado fotografiar. Pero claro, debió pensar que eso a él no le iba a pasar nunca... eso sí, es mi sensación...

Como bien ha dicho después, "esas fotos son lo que son, fotos". Pero sé que sí hay algo detrás de eso, aunque él lo niegue. Algo que no tiene por qué ser un delito, pero algo. Algo, como poco, que se nos mueve en el estómago cuando vemos a un político en activo subido en un yate como el del Rey tomando el sol junto a un delincuente. Algo que se suma a otros muchos algos y que nos hace estar algo hasta los huevos de tanto algo. Algo que ya ni nos sorprende porque en política ya hemos visto muchos algos, incluso estas secuencias que superan aquellas de Marlon Brando o Al Pacino haciendo promesas que nadie puede rechazar.

Algo hay, algo. Las fotos son fotos pero el algo es el algo. Hace tiempo podría haberlo dudado, pero hoy sé que hay algo detrás de las fotos. Estamos hablando un día más de un político de la "primera línea" pringado, o casi. Y ese algo, al menos, es una nueva gota que más pronto que tarde colmará el vaso que parecía que nunca se iba a llenar.

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