sábado, 14 de septiembre de 2013

Ir con los guapos es muy fácil

Hola gente,
Vuelvo de vacaciones, a escribir un poco en el blog, que ya me mira mal de lo descuidado que lo tengo. Así que he decidido volver a darle algo de cariño y "postear" un poco. Y no sobre Bárcenas, Siria o el Madrid 2020, que de eso ya hablan los más entendidos (o entendidillos) y yo ya tendré tiempo, sino de algo en apariencia mucho más mundano y trivial, como es el baloncesto.
Estos días se celebra en Eslovenia el Eurobasket, como cada dos años, en el que compite una vez más la selección española, junto a otros 23 Estados europeos. No soy un ejemplo de patriotismo, ya sabéis, así que si veo estos partidos (y estoy viendo muchos) es por el juego que este grupo de jugadores realiza y al que nos tienen acostumbrados desde hace ya casi quince años, cuando unos niños ganaron a los Estados Unidos en el Mundial junior celebrado en Lisboa. Allí estaban niños con nombres de hombres de hoy (hombres, jeje) como Pau Gasol, Navarro, Reyes, Raúl López, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez...
Bueno, que me centre que si no me voy por las ramas de la historia del baloncesto. La cuestión es que hoy vengo  a reivindicar en este espacio virtual una mayor presencia en la pista para esa persona que hay en el banquillo de la selección, allí al final del mismo y que es poco más que el jugador número 12 del equipo (vamos, el último mono). Se llama Germán Gabriel y ha sido jugador de Estudiantes en los últimos años.
Germán está un poco gordo, no es muy guapo ni cachas, tiene una barba algo descuidada y, para colmo, bastante poco pelo, al estilo de cualquier monje de El Nombre de la Rosa. Vamos, no tiene glamour. Tiene las rodillas bastante destrozadas y, por si fuera poco, nació en Venezuela (Azufre!!). Parece, si no fuera por su altura, el utillero del equipo o el delegado, llevando el acta e inseparable de su bolígrafo.
Germán es todo eso, es verdad. Pero también es curioso que la pasada temporada haya sido el segundo jugador más valorado de nuestra liga, para mí un verdadero ejemplo de inteligencia y técnica individual, un ejemplo de superación física y de reponerse tras una lesión fatal. Un vivo ejemplo de cómo salir del atolladero con saber estar. Los que somos de Estu lo conocemos y lo hemos visto salirse los últimos años, dar una clase al poste bajo cada domingo, lanzar de tres puntos como un alero, ser líder de un equipo que ha pasado por unos años muy malos. En este tiempo ya se había merecido ir a la selección de nuevo, pero no para esto, para llevar el agua y salir al campo cuando se gana por treinta puntos.
Quiero reivindicar, y reivindico (jeje, como Suárez) la importancia de la inteligencia, del conocer, de la experiencia, la solidaridad con el equipo de personas que tienes al lado. Más allá del atractivo físico, la fuerza, los músculos... reivindico a jugadores como Gabriel, como Rafa Vecina, Vandiver y, por supuesto,  Pinone. Esos que estuvieron tanto tiempo en el Estu y que tanto me enseñaron sobre este deporte y sobre la vida. Con sus valores de equipo, con la fidelidad a una idea, a una forma de vida. Aunque las circunstancias estén en contra.
En es Estu siempre defendimos y disfrutamos con estos jugadores, de su capacidad mental para ver la jugada, para anticiparse. Siempre nos ha encantado el baloncesto de esta manera, ajeno a animadoras en minifalda, mascotas y beautiful people. Somos más bien feos y normalmente tenemos las de perder, pero disfrutamos a nuestra manera, porque ganar es de horteras, todo el mundo lo sabe en el Ramiro. Lo lamentable es que el ahora seleccionador quiso ser de este tipo de jugadores, pero siempre le faltó la inteligencia en Estudiantes para serlo.
Reivindico, una vez más, la figura de Germán Gabriel por encima de Orenga, ese que quiso irse al Madrid de los guapos, de los cachas, de los ricos y de los que siempre ganan. Reivindico a Gabriel, ese que lideraba aquella selección de niños que ganaron hace unos quince años en Lisboa. Ese que hacía ser suplente a Pau Gasol. Ese que me enseña baloncesto cada vez que lo veo. Puede parecer frívolo o superficial este post. Puede ser. Pero si fueras del Estudiantes lo entenderías. Estoy seguro. Porque estamos un poco locos y porque ir con los que ganan siempre ha sido y será muy fácil, y poco divertido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario